sábado, 8 de agosto de 2015

Hamlet

Fuente: citas extraídas de "El Hamlet de este medio siglo" en Apuntes sobre Shakespeare, Jan Kott


“En Hamlet se barajan muchos problemas: política, fuerza y moralidad, debate sobre la unidad de la teoría y de la práctica, sobre la finalidad suprema y el sentido de la vida; hay una tragedia amorosa, familiar, estatal, filosófica, escatológica y metafísica. Hay de todo. Y, además, contiene un sobrecogedor estudio psicológico, un argumento sangriento, un duelo, una gran carnicería. Se puede escoger a voluntad. Pero hay que saber para qué y por qué se escoge.”
“Hamlet es como una esponja. Mientras no se le sofistique ni si represente como si fuese una antigüedad, absorbe de un golpe todo nuestro tiempo contemporáneo. Es la más extraña de todas las obras que jamás fueron escritas; justamente por sus lagunas, por sus imprecisiones. Hamlet es un gran guión, en el cual cada personaje debe representar un papel más o menos trágico y cruel, y que contiene frases magníficas.”  
“Hamlet, Laertes, Ofelia también tienen que desempeñar unos papeles que les son impuestos y contra los cuales se rebelan. Son actores de un drama que no siempre comprenden totalmente, en el que fueron metidos.”  
“Hamlet comprendido como guión es una historia de cuatro jóvenes, tres muchachos y una muchacha. Los chicos son de la misma edad, se llaman: Hamlet, Laertes, Fortinbras. La chica es más joven, su nombre es Ofelia. Todos están enredados en un sangriento drama político y familiar. Tres perecerán y el cuarto se convertirá, de manera bastante casual, en Rey de Dinamarca. He dicho deliberadamente que están enredados en el drama. Ninguno de los cuatro escoge su papel; se los imponen, vienen de fuera, están ya dispuestos en el guión. Y el guión ha de apurarse hasta el fin, sin tener en cuenta quiénes son los protagonistas. ¿Quién es, en el fondo, Ofelia; quién es, en el fondo, Hamlet? No importa por el momento; lo que cuenta es el guión. ¿Mecanismo de la historia, destino, condición humana? Es sin duda una cosa y otra, las tres a la vez, según queramos comprender a Hamlet. Hamlet es el drama de las situaciones impuestas. Aquí, precisamente, está la clave de su comprensión moderna.El Rey, la Reina, Polonio, Rosenkrantz y Guildenstern están definidos, de manera inequívoca, por su situación. Esa situación puede ser trágica, como en el caso de la Reina, o grotesca, como en el caso de Polonio. Pero en todos estos casos, no existe desfase entre la situación y el personaje. Claudio no hace el papel de asesino y de rey; es asesino y rey. Polonio no hace el papel de padre déspota y de confidente del rey; es padre déspota y confidente del rey.El caso de Hamlet es distinto. Hamlet no es sólo el heredero del trono que procura vengar a su padre asesinado. Su situación no define a Hamlet o, en todo caso, no lo define de manera inequívoca. Su situación le es impuesta; Hamlet acepta la situación, rebelándose al mismo tiempo contra ella. Acepta el papel, pero él mismo está fuera de su papel; es distinto de su papel, va más allá de él.”

“Este último Hamlet, el más contemporáneo de todos, ha vuelto a su país en un momento de tensión. El espíritu de su padre exige venganza, sus amigos esperan que luche por la sucesión del trono. Él quiere marcharse, pero no puede. Todos lo arrastran a la política, está atrapado. Se encuentra en una situación forzada, en una situación que le ha sido impuesta y que él no desea. Busca la libertad interior, no quiere dejarse definir. Finalmente acepta el camino impuesto, pero sólo en la esfera de los actos, en la acción. Se compromete, pero sólo en lo que hace, no en lo que piensa. Sabe que toda acción tiene sólo un significado, pero no acepta la simplificación de la razón; se niega a la identificación de la práctica con la teoría.
En su fuero interno es un hambriento, juzga la vida como un asunto perdido de antemano.
Preferiría escabullirse de este gran juego, pero es leal con sus reglas. Sabe que “aunque el hombre no haga lo que quiere, es responsable de su vida”. Y que “no importa lo que de nosotros hicieron, sólo importa lo que hicimos con lo que de nosotros hicieron”. A veces creo que es un existencialista, a veces que no es otra cosa que un marxista en rebeldía. De todos modos, él sabe que “la muerte convierte la vida en un destino”. Ha leído La condición humana de Malraux."  “El hamletismo de este moderno Hamlet consiste en la defensa de la libertad interior, a la que él llama espacios infinitos. Lo que este Hamlet teme sobre todo es la definición unitaria y, sin embargo, tiene que actuar. Ofelia puede llevar el peinado como el de la Dama de armiño de Leonardo, o ir con el pelo suelto, puede llevar moño o cola de caballo. También ella sabe que la vida está perdida de antemano, y en su partida con la vida no quiere arriesgar demasiado. Los acontecimientos la obligan a apostar más allá de su propia medida. Su compañero se ha visto mezclado en la gran política; antes, ella se había acostado con él. Pero es hija de un ministro, una hija obediente; está de acuerdo en que su padre escuche su conversación con Hamlet. Quizá quiere salvarlo. Ella misma cae en la trampa; los acontecimientos la metieron en un callejón sin salida. El guión de la historia asignó un papel trágico a una joven normal y corriente que sólo quería amar a su novio.” 

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