Shakespeare y el Teatro Isabelino

William Shakespeare nació en Stratford, Inglaterra en abril de 1564. Hijo de un padre comerciante  y de una madre proveniente de una familia de estirpe. A los 18 años contrajo matrimonio con Anne Hathaway con la que tuvo tres hijos: Susanna, y los mellizos Hamnet y Judith. Hamnet murió a los once años, y solamente llegaron a la edad adulta sus hijas.

Shakespeare, no accedió a una formación universitaria pero, era un lector

voraz de diversas fuentes y un autodidacta en su época. Su talento constaba en la capacidad de hacer algo radicalmente nuevo con lo viejo. En vez de inventar o apelar a la originalidad, tomaba historias preexistentes y les otorgaba una nueva vida.

Hacia 1592 Shakespeare trabaja y vive en Londres, ya era conocido como actor, poeta y dramaturgo. Rápidamente adquirió fama y popularidad en su trabajo para la compañía “Chaberlain's Men”, más tarde conocida como “King's Men”, propietaria de dos teatros, The Globe y Blackfriars. La compañía era protegida, por el monarca Jacobo I, para quien Shakespeare escribió y dedicó algunas de sus obras, como Otelo (1604), El rey Lear (1605), Macbeth (1606), y La tempestad.

En 1611, Shakespeare vuelve a su pueblo natal y muere el 23 de abril de 1616. Se dice que escribió 36 obras, (11tragedias, 16 comedias y 1º dramas históricos), pero no es un dato preciso.

El Teatro Isabelino

Se refiere a las obras dramáticas escritas e interpretadas durante el reinado de Isabel I de Inglaterra, y de su sucesor Jacobo I. Durante estos reinados, Inglaterra se caracteriza por un fuerte desarrollo cultural. Tal florecimiento se dio en la literatura y principalmente en el teatro, sobre todo con William Shakespeare, Christopher Marlowe, Ben Jonson, John Webster, John Ford y otros.

Cuando Shakespeare se inició en la actividad teatral, los nobles más destacados patrocinaban grupos de actores que llevaban sus nombres. Estas compañías teatrales a veces, realizaban sus representaciones en el palacio de sus protectores aristocráticos.

Al principio las obras se representaban en los patios interiores de las posadas. Pero las malas condiciones de higiene de la época hicieron decretar leyes que impulsaron la construcción de teatros fijos. Así se construyó, entre otros, el Teatro El Globo en 1599. Fue el más popular y el mas famoso.

Los teatros eran construidos siguiendo el modelo de los patios de las posadas. En general, eran recintos de forma hexagonal u octogonal, con un escenario medianamente cubierto ubicado un poco hacia el centro de un arenal al aire libre, rodeado por dos o tres pisos de galerías. El escenario constaba de dos niveles, uno a poco más de un metro respecto a la arena, techado y sujeto por columnas, y otro un poco más alto con un tejado en el que se ocultaba el aparato necesario para manejar la tramoya y maniobrar la puesta en escena. Podía llevar una bandera e incluso simular una torre.  En estos teatro llegaban entrar más de 2000 personas.